Yenifer Caterine
Ortega Buitrón
La tasa de interés en Keynes
difiere significativamente de la concepción que los clásicos tenían sobre la
misma. Adiciona un componente importante en el análisis que busca clarificar lo
que realmente determina la tasa de interés; se trata de la preferencia por la
liquidez, que es uno de los conceptos claves y distintivos de la teoría
keynesiana, por el tratamiento primal del factor.
Recopilando ideas, la tasa
de interés está determinada por “la preferencia psicológica en el tiempo” de la
propensión a consumir, que permite saber la parte del ingreso que se destinará
a ahorro, pero en conjunción imprescindible con la manera en que se considerará
aquello que resta para el ahorro ¿se atesorará de manera que se prefiere un
punto elevado de liquidez o se buscará recompensa por renunciar a la liquidez
que podría tener? La primera opción es clara, en cuanto a la segunda se define
otra visión sobre lo que realmente es la tasa de interés, puesto que no sería
una recompensa por la postergación del gasto sino por desprenderse de la
liquidez. La preferencia por la liquidez tiene varios motivos de realización,
que son indiscutibles, se encuentran las transacciones por negocios o consumo
personal; la precaución que da cuenta de una demanda de efectivo para
garantizar el dinero bajo cualquier eventualidad, y por último la especulación
que se produce por el hecho de que se esperan mejores tasas de interés para el
futuro, entonces se retiene el dinero para obtener ganancias. En el contexto
mexicano, la conducta de los individuos no es distinta al promedio, sobre todo
a lo que se refiere a los dos motivos de preferencia por la liquidez
mencionados anteriormente; y la justificación se encuentra en la situación de
trabajo informal que da lugar a una propensión a consumir alta.
Por otro lados son
importantes las excepciones que presenta Keynes en el apartado de la tasa de
intereses, no es certero un aumento en la cantidad de dinero reduzca la tasa de
interés, dado que la preferencia por la liquidez puede aumentar más que la
cantidad de dinero disponible; lo cual podría suceder si gran parte de la
población decide atesorar su dinero. Haciendo alusión a la distinción que hace
Keynes de la eficiencia marginal y la tasa de interés, un descenso en la tasa
de interés no necesariamente genera un aumento en las inversiones, porque un
aumento en la obtención de determinado bien de capital reduce la tasa de
inversión.
Puede concluirse que la tasa
de interés se encuentra grandemente afectada por la abundancia o escases
relativa de dinero que hace parte de las decisiones por preferir o no la
liquidez.