Oscar Javier
Romero Barrera
Dentro de las
propuestas hechas por Keynes hacia el concepto de tasa de interés, no encuentro
objeción alguna frente a sus postulados teóricos. Al igual que dentro del
capítulo anterior, donde concordé con las críticas hechas por Keyenes hacia los
postulados clásicos a cerca de la tasa de interés, en esta ocasión veo lógica
total al resaltar la diferencia entre decir que la tasa de interés es una
recompensa hacia el hecho de ahorrar o a la espera de hacerlo, si no más bien
al hecho de que es una recompensa por desprenderse de la liquidez.
Dentro del caso
chileno, al igual que lo traté en el capítulo anterior, tenemos que la teoría
de Keynes concuerda con la realidad. Las tasas de interés en Chile se han
comportado de dicha manera, sobre todo en el último tiempo, llevando así a que
cando la tasa de interés en el país incrementa, tanto la cantidad de dinero en
la economía, como la inversión, se han visto afectadas. Caso contrario pasa
cuando las tasas disminuyen.
Chile es un país
bastante interesante para tratar el caso de las tasas de interés por el hecho
de que la inversión en el país año a año crece a tasas altas en comparación con
el resto de los países de la región. A esto, basándonos en el mismo Keynes,
podemos aumentarle el hecho de que la confianza inversionista ha crecido, la
propensión marginal al consumo y ahorro han aumentado por crecimiento de
salarios reales y por la estabilidad que presenta el país.
Caso tácito que puedo
exponer es el del año 2010, donde la tasa de política monetaria fue del 3,5%,
hecho que llevó a que la demanda por fondos prestables se incrementara en
comparación a años anteriores que la tasa alcanzó niveles cercanos al 8%.
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