Juan Pablo Cajas
Beltrán
La
tasa de interés para el paradigma
clásico es el determinante absoluto para que se aumenten o disminuyan los
niveles de inversión y se tiene que dado un monto monetario este podrá terminar
en dos escenarios:
1)
Invertido
en bienes de Capital, con el fin de la conformación de una fabrica o empresa.
2)
En
una entidad financiera o convertirse este en capital financiero en función de
préstamos.
Y ¿en qué lugar se situara el empresario? y
¿cual es más conveniente para la economía en general?, todo depende del
desequilibrio existente entre tasa de interés y ganancias esperadas o
expectativas en cuanto a la producción:
Sí,
la tasa de interés > expectativas de ganancia: Se
tendrá que no habrán inversiones en la economía, lo cual implica que no habrá
disminuciones en la tasa de desocupación y se estancara el crecimiento.
Sí expectativas de ganancia > tasa de interés: este será un
mejor escenario tanto para la economía en general en función de un nivel de
ocupación mayor, como para el empresario dado un nivel de ganancias esperado,
es decir habría inversión en bienes de capital y demanda de mano de obra para
la producción.
Keynes controvierte esta teoría y dice que a la hora de invertir
existen otras variables que no han sido tenido en cuenta como lo son: la
preferencia por la liquidez, la eficiencia marginal del capital, la PMC. Ya que
se identifica en el mercado un problema de demanda efectiva y es necesario
hacer tender al equilibrio en función de promover la ocupación a través del
consumo, el que se determina por: PMC y mayores tasas de inversión regidas por la
eficiencia marginal del capital. Además que la tasa de interés no varía según
la cantidad de dinero circulante, sino que esta se rige dado un nivel de
ocupación y expectativas (ganancias de la empresa).
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