domingo, 9 de noviembre de 2014

TEORÍA CLÁSICA DEL INTERÉS


Juan Pablo Cajas Beltrán
La tasa de  interés para el paradigma clásico es el determinante absoluto para que se aumenten o disminuyan los niveles de inversión y se tiene que dado un monto monetario este podrá terminar en dos escenarios:
1)      Invertido en bienes de Capital, con el fin de la conformación de una fabrica o empresa.
2)      En una entidad financiera o convertirse este en capital financiero en función de préstamos.
 Y ¿en qué lugar se situara el empresario? y ¿cual es más conveniente para la economía en general?, todo depende del desequilibrio existente entre tasa de interés y ganancias esperadas o expectativas en cuanto a la producción:

Sí, la tasa de interés > expectativas de ganancia: Se tendrá que no habrán inversiones en la economía, lo cual implica que no habrá disminuciones en la tasa de desocupación y se estancara el crecimiento.
Sí expectativas de ganancia > tasa de interés: este será un mejor escenario tanto para la economía en general en función de un nivel de ocupación mayor, como para el empresario dado un nivel de ganancias esperado, es decir habría inversión en bienes de capital y demanda de mano de obra para la producción.

Keynes controvierte esta teoría y dice que a la hora de invertir existen otras variables que no han sido tenido en cuenta como lo son: la preferencia por la liquidez, la eficiencia marginal del capital, la PMC. Ya que se identifica en el mercado un problema de demanda efectiva y es necesario hacer tender al equilibrio en función de promover la ocupación a través del consumo, el que se determina por: PMC y mayores tasas de inversión regidas por la eficiencia marginal del capital. Además que la tasa de interés no varía según la cantidad de dinero circulante, sino que esta se rige dado un nivel de ocupación y expectativas (ganancias de la empresa). 


   


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