María Camila Gómez
Rozo
Para poder definir con
propiedad qué es para Keynes la tasa de interés, es preciso mencionar dos
decisiones que pueden tomar los individuos teniendo en cuenta sus preferencias
psicológicas; aquellas son la propensión al consumo y la preferencia por la liquidez.
La primera consiste, en qué parte del ingreso va a consumir el individuo en
este instante y cuánto destinará de ese ingreso para consumo futuro, la segunda
depende de tres motivos: motivo transacción (la necesidad de poseer efectivo
para poder realizar las acciones cotidianas), motivo precaución (el deseo de
tener efectivo por si ocurren una serie de eventos desafortunados) y motivo
especulativo (obtener ganancias gracias a la suerte de acertar mejor que el
mercado frente a los sucesos que se prevén en el futuro).
Aclaradas las decisiones por
las que debe pasar el sujeto, para Keynes la tasa de interés sería la
recompensa por privarse de liquidez durante un tiempo determinado, en otras
palabras sería la tendencia por no atesorar o de forma más sintética sería el
precio de las deudas.
Me parece que a esta teoría
general de la tasa de interés le falta mencionar quiénes son los que establecen
y hacen funcionar efectivamente esa tasa de interés. Pues ningún párrafo hace referencia a las instituciones financieras
o más precisamente a los Bancos Centrales, quienes emiten el dinero regulando
la oferta de este y por tanto generando las tendencias sobre la tasa de
interés. Por otro lado, según mi opinión, la tasa de interés no sería la
recompensa por privarme de liquidez durante un tiempo, sería el castigo por
adelantar mi consumo comprometiendo mi nivel de ingresos; pues en la realidad
la mayoría de los individuos no piensan “dejemos a un lado esto de consumo para
obtener ganancias en el futuro”, ellos piensan “si abro una cuenta podré
comprar todas las cosas que me hacen falta y con los ingresos que genera mi
trabajo la voy pagando y así no quedo tan colgado”.
Por otro lado, la presencia
de la tasa de interés es muy importante para el análisis de una economía ya que
muestra cuál es el precio del dinero. Por lo tanto, uno de los propósitos
fundamentales del Banco Central de Uruguay es la estabilidad de precios, donde
es primordial mantener la inflación dentro de ciertos rangos y para ellos es
necesario preservar el valor de la moneda, medido a través de la capacidad de
compra del peso uruguayo. Ya que la estabilidad de la moneda contribuye al
crecimiento de la producción, al desarrollo económico y social, a la generación
de empleo y a mantener el nivel de ingresos de los ciudadanos.
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