Diana Camila Mora Montilla.
Retomando
lo planteado por Keynes en su capítulo 14 acerca de la ruptura con la teoría trazada
por los clásicos sobre la tasa de interés, el autor expresa su inconformidad
cuando los clásicos plantean que la inversión es igual a los ahorros, así que,
si la propensión ahorrar incrementa la inversión también lo hará, y las
variaciones en la tasa de interés
dependerán de las fluctuaciones en estas variables teniendo un ingreso
constante, de tal modo, Keynes plantea en definitiva que no necesariamente hay
una igualdad entre ahorro e inversión, y que sin duda alguna, el nivel de
ingresos debe poseer una correlación con la tasa de interés, puesto que estos
serán el factor que iguale el monto de lo ahorrado con el de lo invertido, por
lo tanto es equivocado decir que, el nivel de ingresos esta dado, ya que, si
hay un desplazamiento en la curva de demanda de capital o en la que liga la
tasa con las cantidades ahorradas de un ingreso dado, los ingresos cambiaran,
no son nunca fijos, y este cambio en el nivel de ingresos será función de la
tasa de inversión. En este sentido, el error más sustancial que muestra Keynes
es considerar el interés como la recompensa por la espera, en vez, de lo que se
recibe por no atesorar y finalmente se llega a un círculo donde se dice que el
ahorro depende del ingreso y este de la inversión, pero estas 2 variables no
determinaran la tasa de interés sino que será el monto global de la ocupación.
Basándose
en lo anterior y aplicándolo al caso Colombiano, poseo una concordancia con el
autor al expresar que el interés se debe tomar como “lo que se recibe por no
atesorar” de esta manera, hare un recuento del comportamiento de la economía
desde finales de 2012 hasta el año presente concluyendo lo dicho con la teoría Keynesiana,
tomando todas las variables a tratar.
El
crecimiento del PIB en el primer semestre del 2014 creció en un 5.4% a
diferencia de otros países latinoamericanos que no han tenido un incremento tan
sustancial, todo esto fue fruto de la política contra-cíclica del finales de
2012 e inicios del 2013, de tal forma que, la tasa de intervención se redujo de
5.25% en julio 2012 a 3.25% en marzo 2013, toda esta política surgió como
respuesta a una mayor desaceleración de la economía en el segundo semestre de
2012 que llevo a un alza en los niveles
de inflación pero en menor proporción a los esperados, en este sentido, aquella
política logro incrementar el índice de confianza del consumidor y en
consecuencia, el consumo en los hogares fue ganando dinamismo y la vez, las
expectativas de inversión también fueron creciendo. A inicios de este año 2014
todo esto se vio reflejado en el incremento del PIB que condujo a un
crecimiento de obras civiles, lo que género, mayores niveles de empleo,
adicionalmente se observaron elevadas entradas de capitales extranjeros que
ayudaron al crecimiento de la economía del país, sin embargo, la tasa de
intervención en el segundo semestre del año presente se incrementó de un 3.25%
en abril a 4.5% en agosto, próximamente se espera que la inflación se situé
aproximadamente en un 3% con el fin de evitar niveles inflacionarios. En lo
propuesto se refleja a gran medida lo expresado por el autor, puesto que, para
que haya tanto un incentivo al ahorro como a la inversión no es posible
mantener un nivel de ingresos constante, el PIB siempre fluctuara de acuerdo a
las tasas de intervención que fije el Banco de la Republica, de esta manera, el
ahorro en nuestro país no es la mejor opción debido a que, parte de la
población que posea bajos niveles de ingresos los destinara solamente al
consumo de bienes necesarios para su subsistencia y la otra parte de la
población que posea los ingresos necesarios para destinarlos tanto al consumo
como al ahorro o inversión optara mejor por invertir, puesto que, al disminuir la
tasa de interés aquellos incentivos al ahorro se desvanecen, debido a que, el
Banco de la Republica hará todo lo que este a su alcance para evitar problemas
inflacionarios y a la vez, porque sus expectativas no serán las esperadas, ya
que, postergan su consumo presente para obtener un mayor consumo futuro, es
decir, que la población tiene en mente lo planteado por los clásicos “el
interés como la recompensa por la espera como tal” en vez de seguir una idea
Keynesiana “recibir por no atesorar”, siguiendo esta línea, se puede observar
claramente en un país como Colombia la forma como se rompe la teoría clásica,
puesto que, si incrementa el ahorro, la inversión no tomara este mismo rumbo o
viceversa, porque estas variables dependen de las fluctuaciones de la tasa de interés,
y finalmente, los ingresos de la población dependerán del nivel de ocupación, que
están en función de la inversión, y de acuerdo al modo de empleo de estos, se
fijara la tasa de interés o de intervención del país, que llevara a un
incremento de nuestra economía.
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