En la teoría keynesiana se
resaltan los aspectos que tienen mayor importancia y participación en factores
como la inversión; por esta razón, se toma la tasa de interés como una variable
de gran peso en dichas acciones y propósitos de inversión, puesto que, como
podemos observar, teóricamente una variación en la tasa de interés puede
repercutir de gran manera en los indicadores de inversiones, y de la misma
manera en los niveles de ocupación, de consumo y por último de precios de los
productos. Todos éstos hechos se pueden enmarcar en situaciones que tienen en cuenta
a los sujetos al momento de pensar en realizar un ahorro, mostrando así su
posible preferencia por conservar el dinero líquido, o si por el contrario
destinará dichos montos de dinero para la generación de una deuda, a través de
intermediadores, que les permita ganar un dinero adicional por desprenderse de
su dinero ahorrado.
Pero las decisiones que toman los
sujetos estarán limitadas por las expectativas que se generan en el mercado, es
decir, dado que las condiciones que nos puede ofrecer el futuro son inciertas,
el individuo podría optar por conservar el dinero en sus manos y utilizarlo en
sus transacciones diarias; todas las decisiones que se toman respecto del
posible ahorro depende en gran manera de las ventajas que les puede ofrecer el
mercado a los posibles ahorradores y de la
misma manera, del interés de los individuos de conservar sus dinero
líquido. Para el caso colombiano, la población que dispone de recursos para
realizar un ahorro es poca comparada con otras economías, ya que la mayoría de
la población pertenece a estratos medios, donde los ingresos obtenidos
corresponden a lo que se recibe como salario mínimo, que a su vez es
insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de las personas.
La intención de generar un ahorro no resulta
factible para la mayoría de la población colombiana, puesto que se ven
comportamientos por parte de las entidades financieras donde se tiene cierta
preferencia por otorgar una mayor tasa de interés a quienes puedan ahorrar en
grandes cantidades en comparación con aquellos que solo pueden destinar una
pequeña parte de su ingresos para dicha acción; otro aspecto de gran
importancia son los niveles en las tasas de interés, pues en Colombia la tasa de
captación se encuentra en 4% frente a una tasa de usura del 28,65%, resaltando
los pocos beneficios que podrían obtenerse al ahorrar. Lo paradójico del
comportamiento de los colombianos radica en que, a pesar de que resulta costoso
obtener una deuda, las cifras muestran que se han elevado los niveles de
endeudamiento con los bancos, en su
mayoría para créditos de consumo y vivienda, revelando que el 9,1% de los
ingresos que perciben las familias está destinada al pago de créditos;
adicional a ello, para el año en curso se tiene que la población colombiana se
encuentra endeudada con las distintas
entidades financieras por un valor de $140 billones; las referencias para que
este sea una buena noticia para el gobierno radica en que se ha experimentado
un crecimiento económico en el país, pero si es así el panorama, no se puede
pretender una cultura de ahorro entre la población a pesar del crecimiento del
que se pavonea el gobierno nacional, ya que no se ve reflejado en los ingresos
de los habitantes y el costo de un posible ahorro resulta mayor a las ganancias
esperadas.
Jenssy Katherine
Sánchez L.
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