domingo, 5 de octubre de 2014

HAITÍ, LUXEMBURGO Y LA DIFERENCIA DE SU CONSUMO.



DANIEL BASTIDAS CARVAJAL

Keynes trata el problema de la demanda efectiva como uno de los pilares del problema de ocupación, para que no exista este problema, plantea que el total del ingreso debe equipararse con el consumo y la inversión a un nivel determinado de ocupación; analizando únicamente la relación existente entre el ingreso y el consumo, hay un eslabón que enlaza ambas magnitudes, este es la propensión marginal al consumo, la cual según una visión simplista es la preferencia por el consumo a medida que varía el ingreso en una comunidad.

Este eslabón es afectado a su vez por distintos factores, los cuales son el nivel de ingreso en salarios, los factores objetivos y los factores subjetivos, es importante mencionarlos ya que estos son medibles y comprobables empíricamente, lo que puede ayudar la creación de modelos que faciliten su predicción y las consecuencias que puedan generar en la propensión al consumo. Estos factores son, el cambio en la unidad salarial, cambios en la diferencia entre ingreso e ingreso neto, cambios en la tasa de descuento futuro o sea la relación de cambio entre bienes presentes y futuros, cambios en las políticas fiscales y cambios en la relación entre los niveles presentes y futuros de ingreso. Todos estos factores pueden sintetizarse según Keynes en cambios en el nivel de ingreso, y por lo tanto pueden ser analizados como constantes, por lo cual el consumo estaría determinado principalmente por el nivel de ingreso, y de manera secundaria por la propensión al consumo.

Ahora, partiendo de este último supuesto y adentrándose en el caso de estudio de Haití, en donde según datos del 2012 el consumo per cápita fue de 708 dólares mientras que la economía produjo un total de 7,6 billones de dólares, ahora suponiendo que el consumo total de la economía con 10 millones y medio de habitantes es de 7,43 billones dólares, es posible observar que la proporción entre ingreso y consumo es de 0,97 dólares consumidos, por cada dólar de ingreso; es impresionante esta proporción ya que de ella se pueden afirmar algunas cosas. Se encuentra muy cercana a la unidad, con lo que se observa que casi la totalidad del ingreso se consume, lo que deja un pequeño espacio a la inversión, este fenómeno se le puede atribuir con mucha seguridad al extremamente bajo nivel de ingreso en el país, si se compara con Luxemburgo cuyo consumo per cápita en el mismo periodo fue de 110423 dólares, y el PIB total fue de 57,2 billones, dando como resultado una propensión marginal al consumo de 0.00096 dólares por cada dólar de ingreso.
Con esta comparación es posible afirmar la veracidad y pertinencia de la teoría de Keynes y además, que hay una relación estrecha entre el nivel de ingreso en salarios y el nivel de consumo en salarios, siendo esta directamente proporcional en términos absolutos, y que en adición el nivel de ingresos guarda una proporción inversa con la propensión marginal al consumo.


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