domingo, 7 de septiembre de 2014

DEMANDA EFECTIVA Y CONSUMO EN MÉXICO




“Puede suceder muy bien que la teoría clásica 
represente el camino que nuestra economía debería seguir; 
pero suponer que en realidad lo hace así 
es eliminar graciosamente nuestras dificultades”.
John Maynard Keynes


Yenifer Caterine Ortega Buitrón 

 
Es evidente que la economía clásica plantea un escenario perfecto en que existe el empleo óptimo de los recursos, lo cual se ha planteado bajo la famosa Ley de Say y para no soslayarlo de la teoría económica se considera como una situación ideal a la que se debe propender. Desde este punto, aparece la contradicción indicada por los desequilibrios económicos que no podrían ser invisibles ante nadie, principalmente ante los y las economistas, aunque la ortodoxia ha trabajado con ojos conscientemente ciegos.
Uno de los temas relevantes de la Teoría General de Keynes es el principio de la demanda efectiva, en donde se plantea la intersección entre la oferta y la demanda global de la economía que determina un nivel de ocupación de acuerdo a las expectativas de los y las agentes, aunque destacan las de los empresarios puesto que a partir de allí se toman las decisiones de empleo. De esta forma, siguiendo la lógica keynesiana, reconociendo desequilibrios en la economía, los empleadores al incurrir en pérdidas por insuficiencia de demanda dado que las expectativas de venta no son cumplidas pierden estímulo para aumentar el nivel de empleo e incluso podrían contraerlo si se genera una situación sostenida, lo cual genera desempleo; pero sin adentrarse en tal fenómeno, el centro de este texto es el análisis breve del consumo que puede descender bajo diversos factores o las características psicológicas que menciona Keynes.

En contexto, el consumo en México en el mes de marzo de 2014 disminuyo 1.47%  dada la entrada en vigor de nuevos impuestos a comida de alta densidad calórica, lo cual genero impacto en las ventas minoristas. Es claro que la demanda sobre ese tipo de bienes se disminuye y se podría desplazar hacia otros bienes, aunque sería tajante decir que todo el mundo dejará de consumir tales alimentos, entonces no habrá una insuficiencia generalizada que cause grandes efectos. Otra asunto sería si las personas cambiaran sus hábitos alimenticios, lo cual no se sabe si sucedería, puesto que de ser así se podría desplazar la demanda y tampoco habría gran problema. En conclusión,  este es solo un ejemplo de consumo que afecta un sector específico, en perspectivas globales la cuestión es distinta, ocurrirían desequilibrios notables. 

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