martes, 23 de septiembre de 2014

¿EN PANAMÁ, HAY DESEMPLEO ABIERTO?


VIVIANA ANDREA SANCHEZ BRAVO


En Panamá hay una pobreza profunda, que afecta el 37.3% de la población (más de la mitad son niños), a pesar de un ingreso per cápita relativamente alto. Hay más de un millón de personas pobres, en especial en el campo, y sobre todo en la población indígena. La crisis de fines de los ochenta agravó el problema de pobreza al suspenderse por unos años las oportunidades de empleo y reducirse el salario real, lo que tomó años para recuperarse.

Es una  economía que muestra una situación en la que la demanda efectiva agregada tiende dinámicamente a superar a la oferta de pleno empleo, generando  presión inflacionaria, Según cifras recientes de la Encuesta de Hogares realizada en Panamá, la tasa de desempleo aumentó de 11.8% en agosto de 1999 a 13.3% en agosto de 2000, y es posible que actualmente ande en 14%.

Esta caída vertical en el empleo podría ser aceptada como el desempleo involuntario, (abierto)  se consideran aquellos ciudadanos que no están trabajando, que están buscando activamente trabajo y que además están en condiciones para trabajar e  incorporarse de manera inmediata al sistema laboral.  los empresarios panameños no mantienen mano de obra que no necesitan, lo que lleva nuevamente a keynes y su concepto de demanda efectiva, el empleo viene dado en el punto donde se corta la función de producción con la función de demanda agregada. ; si miramos como el desempleo es consecuencia de una deficiencia en la demanda efectiva, las empresas venden menos, por lo que producen menos y de acuerdo con el concepto de la función de producción, se necesita asimismo menos mano de obra.

Pero en el escenario panameño el mercado laboral demanda un elevado número de mano de obra no calificada con remuneraciones cada vez más  bajas, marginando  a los hombres y mujeres que rebasen los 35 años, sobre todo, si es calificada. Esto último sienta las bases para la promoción de la informalidad laboral y, por ello, no baja del 41% de la población ocupada.
En panamá  difícilmente se puede pensar en una inflación originada en el mercado laboral, lo que se confirma si se tiene en cuenta que el proceso inflacionario desatado hace algunos años significó que el salario real medio de los trabajadores fuera inferior, Más aún, si la inflación proviniera del lado de la demanda, entonces, en una economía abierta, se tendría que dar una mayor inflación en los precios de los bienes y servicios no transables que en los transables, sobre todo los importados. De esto último no existe evidencia si se tiene en cuenta que entre los mayores aumentos de precios se encuentra el de los alimentos, de los cuales el país importa más de mil millones de balboas, y el de los combustibles, todos de origen importados.


De lo anterior  la causa del porqué los sectores dominantes insisten en que se trata no de una inflación tipo “comodity”, como la llamo Keynes, sino de una generada por la demanda efectiva y la tensión resultante en el mercado laboral. La respuesta se encuentra en la economía política. En efecto, esta forma de abordar el problema representa, en primer lugar, un intento de enmascarar el hecho de que una importante causa de la inflación es la creciente dada por los oligopolios. Además se constituye una amenaza a los trabajadores, de acuerdo a la cual si estos intentan impulsar un aumento general de salarios serán penalizados y reprimidos con una contención de la demanda efectiva originada en el sector público, la cual estará destinada a elevar el desempleo y la competencia entre los trabajadores como mecanismo de defender las ganancias.

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