Brainer Torres Repizo.
Keynes
nos habla en los capítulos 4 y 5 de su libro acerca de ciertas confusiones que
se pueden presentar alrededor de su libro, tales como son la elección de
unidades y el papel de las expectativas, de esta manera y con ese corto resumen
nos podemos plantear ciertas ideas
entorno a la realidad de Colombia.
Para empezar podremos
decir que en la primera parte cuando nos habla del dividendo nacional es
importante señalar la parte de la producción en donde nos dice (según los
clásicos) que se mide es el volumen de la producción y que además se toma de
una forma neta, sin embargo no se hace midiendo el valor de la producción o el
ingreso; haciendo un parte creo que cuando se dice “valor” debería reemplazarse
por “precio” pues como sabemos el valor es algo subjetivo en la economía, pero
no estoy desestimando lo dicho por Keynes ya que él nos dice que es el valor de
la producción o el ingreso por lo tanto es confiable su argumento; apartándonos
de estos Keynes nos dice que en el
dividendo adicional no sabemos cuánto aportan los factores nuevos y los
factores antiguos ya que no hay una homogeneidad en los factores de toda la
industria respecto a la producción de bines o servicios, es así como por
ejemplo sería imposible ver la producción neta de las empresas colombianas y en
general del mundo ya que en sí la diversificación del producto es muy rica, es
como si comparásemos la producción de Ecopetrol y la producción de Colombina,
en ambas el producto es diferente ya que cada una genera bienes homogéneos y en
su nivel de producción hay heterogeneidad, y si llevamos esto a un caso más
extremo podemos comparar a Colombina con la producción de Pasabocas del Cauca,
la cual produce un producto muy tradicional en el Cauca que es “carantanta”, en
fin, si se comparasen las producciones de esas dos fábricas, por ejemplo, vemos
que obviamente no hay una homogeneidad del producto de producción, siendo así,
damos pie de apoyo a la crítica que Keynes le planteaba a los postulados
clásicos frente a este problema. Lo relacionado a la homogeneidad de los bienes
y servicios y que no se puede saber cuánto producto genera uno y el otro, me
recuerda a Friedich Vön Wisier, respecto a la sobrevaloración de los factores,
contrarrestando a Menger en su teoría; aclarando el tema Wisier nos decía que
no podíamos ver cuánto era el precio de un factor sacándolo de la producción y
así ver cuánto quedaba en el producto, así podíamos ver el peso que éste tenía
en la producción de este y así fijar su valor; en contraste nos dice que
debemos fijar los precios desde adentro, es decir, saber cómo son las
variaciones en la producción y así sacar ciertas fórmulas para saber el precio
real ya que las proporciones no son homogéneas, enlazando esto con lo que dijo
Keynes, hallo una relación muy fuerte respecto a valor del producto de los
factores que él menciona en su texto.
Ahora
es menester mencionar la otra parte de nuestro texto y es que los empresarios
antes de lanzar algo al mercado tienen muy en cuenta las expectativas de corto
y largo plazo para saber cuál será el volumen de producción que se tendrá y así
mismo el nivel de ocupación, entonces es muy cierto este postulado ya que por
ejemplo al intentar crear una empresa, ésta debe saber qué producirá, así como
cómo lo hará, cuánto sacará al mercado, la locación y por supuesto para
quiénes, es así como a través de ello se hacen estudios de mercado para saber
todo aquello. Sin embargo creo que en el texto faltó algo y es que no nos
hablan de las posibles externalidades que afecten estos estudios de mercado, es
así como por ejemplo si sacan al mercado colombiano jeans a cierto precio, pero
que en un mes vienen chinos a un precio muy bajo, esto hará que la demanda de
dicho jean baje y por consecuencia las expectativas no se verán cumplidas y
hasta la empresa pueda desaparecer.
Brainer
Torres Repizo.
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